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Buenos Aires -

11-08-2020 NATACIóN

Femenino: Nota con Daniela Gareis
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"Es en el agua donde encuentro mi paz"
Nuestra invitada de hoy es la nadadora Daniela Gareis. Comenzó a nadar desde chica, y después de un impasse en su adolescencia, volvió a hacerlo al ver a Michael Phelps en los Juegos Olímpicos de 2016, recalando así en Ferro. Sueña con ganar un Premio Nobel en ciencia y en lo referido a su deporte competir en un Sudamericano.

- ¿Cómo estás viviendo esta situación actual? ¿Te has adaptado a vivir en cuarentena?
- Al principio en las primeras dos semanas me organicé muy bien para aprovechar el tiempo encerrada en casa e intente hacer muchas cosas, además de entrenar todos los días que me correspondiera. Ahora la situación es medio caótica, intento levantarme temprano para entrenar y moverme un poco antes de empezar el día y después ponerme a estudiar, lo que me ocupe la gran mayor parte del día. Pude encontrar mi paz a estar en cuarentena y la mayoría de los días son buenos, pero también hay días que no soporto más la situación y quiero salir.

- ¿Descubriste algún talento tuyo, durante este aislamiento, que tenías oculto?
- Tuve mucho tiempo para ponerme a cocinar cosas nuevas; si bien es algo que ya hacía antes de la cuarentena, pude expandir mi conocimiento en el tema y es algo que mi familia disfruta mucho.

- ¿A qué pensás que afecta más este parate para un deportista ¿a la mente o al cuerpo y por qué?
- Creo que afecta de igual manera a ambos. Por un lado el cuerpo, si bien intento mantenerme en movimiento, no recibe el mismo entrenamiento que cuando estaba entrenando, cosa que hacía casi todos los días por más de 1/2 hora. Ahora, no tengo la motivación para llegar a entrenar una hora, y en eso entra lo mental. Antes sabía que cuando iba al club a entrenar, era centrarme en eso y dejar de pensar en cosas como la facultad, y ahora siento que todo está en el mismo lugar: el vivir, el estudiar, el entrenar, todo dentro del mismo espacio, y no puedo quitarme las preocupaciones que hay siempre. Intento compartimentalizar y moverme de cuartos cuando hago una cosa u la otra, pero aún así termino entrenando apurada y queriendo terminar lo antes posible para poder ponerme al día con el estudio, o ponerme a hacer las tareas que me corresponden en la casa.

- ¿Cómo estás entrenando actualmente y cómo lo hacías antes de la cuarentena?
- Antes, en verano, iba tres veces a la semana al gimnasio de federados una hora antes de nadar, y de ahí me iba a la pileta a entrenar dos horas, además de ir martes o jueves sólo a nadar también dos horas más un día en el fin de semana a la mañana temprano. Ahora, intento levantarme temprano y hacer entrenamientos de aplicaciones. Al principio de la cuarentena, mi entrenador me mandaba rutinas para que realice, pero a medida avanzaba la cuarentena perdía la motivación para tomarme el tiempo de hacer esas largas rutinas, por lo que recurrí a aplicaciones con entrenamientos de entre 15 a 45 minutos.

- ¿Por qué elegiste ser nadadora?
- Más que elegirlo yo, es algo que me eligió a mí. De chica hice muchos deportes, desde basquet hasta patín, pero lo que me apasionaba y en lo que era realmente buena era la natación. Entrando en la adolescencia, dejé de nadar por unos años, y cuando quise retomar fue cuando entré en Ferro, y a los dos meses estaba en el equipo de federados muy motivada a entrenar y competir. Es en el agua donde encuentro mi paz.

- Contanos tu trayectoria y ¿cómo y cuándo llegaste a Ferro?
- Entre 5to. y 6to. grado fui a una colonia de vacaciones, donde mi cosa favorita era siempre nadar. Ahí estaba en el nivel más alto, y era conocida por siempre terminar muy rápido los trabajos y seguir teniendo mucha energía. Al terminar la colonia le pedí a mi mamá que me anote en natación en el mismo club (no era en Ferro) así podía nadar durante el año también, y ahí también subí rápido al nivel más alto, donde era la más chiquita pero la más rápida. Por temas personales, dejé de nadar por mas o menos dos años, y en los JJ.OO. de 2016 fue cuando renació la pasión por nadar, especialmente viendo a Michael Phelps. Fue ahí que le pedí a mi mamá volver a nadar, pero que esta vez quería competir, no quería sólo ir a clases. Vivíamos cerca de Ferro, entonces fuimos a averiguar ahí y a la semana ya estaba anotada nadando. Fui preguntando a los profes por cómo meterme en el equipo, y como vieron que era buena le comentaron al entrenador, fui a probarme un día, y quedé. Desde entonces nado en Ferro.

- Nadás en diferentes estilos y distancias, ¿cuál te gusta más y por qué?
- Mis estilos favoritos son crol y mariposa. En crol me gustan las carreras de distancia media, especialmente los 400m. Es una carrera dónde tenés que manejar muy bien los promedios, no podés mandarte muy rápido porque te cansás, pero tampoco podés relajarte. La considero una carrera inteligente. Por otro lado, en mariposa me gustan todas las carreras, aunque todavía nunca corrí los 200. También me gusta muchísimo medley, siento que podés demostrar habilidad en todos los estilos, y me divierte mucho practicar vueltas en el entrenamiento.

- ¿En qué torneos competís habitualmente y cuáles fueron tus principales logros?
- El mejor torneo en el que participé fue en un club de Merlo en principio de 2018, donde todas las carreras en las que participé saqué podio: dos oros, cuatro platas y dos bronces. Ahí vi todo el esfuerzo de 2017 reflejado en los resultados que obtuve. También, me sentí muy orgullosa en el provincial de Miramar de 2017, ya que el año anterior había participado apenas había entrado al equipo y me había ido muy mal, pero ese año bajé todas mis marcas e incluso saqué dos podios. También fue ahí que experimenté mi primera descalificación. Ahora, este año íbamos a participar con el equipo en el metropolitano, pero no se pudo por la cuarentena.

- ¿Qué se requiere para ser una buena nadadora?
- Ponerle mucho tiempo. No se entrena sólo cuando estás en la pileta. También hay que complementar con el descanso, la alimentación, mantener una buena mentalidad, estar siempre enfocado en el proceso. Es de los deportes más demandantes, pero cuando todo da resultados es muy gratificante

- ¿A qué edad consideras que el nadador puede lograr su plenitud, hasta que edad puede hacerlo y por qué?
- Creo que la mejor edad para un nadador es entre los 20 y los 25 años, pudiéndose extender hasta los treinta. Después de eso, para un deporte como la natación, que utiliza todos los músculos, ya se torna más difícil. Eso no quiere decir que sea imposible seguir nadando, ya que cuando pienso en nadar lo pienso como algo de por vida. Aunque puede que llegue un día que no pueda competir más, nadar creo que voy a hacerlo toda la vida.

- ¿Contra quién compite el nadador: contra si mismo para bajar su marca o contra los rivales ocasionales para superarlos en la carrera?
- Siempre se compite contra uno mismo. Los resultados sí son importantes, siempre se valora un podio. Pero si se logra superar a uno mismo, bajar las marcas, eso ya es premio suficiente. Es una sensación que te infla el pecho, siempre es apremiante lograr ver hasta donde llega tanto tu cuerpo como tu mente.

- ¿Cómo es el ambiente de la natación?
- Por lo que pude notar, es un ambiente muy sano ya con los compañeros como con los rivales. Al ser individual uno pensaría que es todo muy solitario, pero los compañeros siempre te acompañan, se alegran por vos. E incluso, por lo que pude hacer, es así entre rivales. Por supuesto que se quiere ganar, pero nunca vi una enemistad en este deporte. Supongo que lo que concluyo de esto, lo relaciono con la pregunta anterior y es que en este deporte el único verdadero rival siempre es uno mismo.

- ¿A qué nadadora admirás y por qué?
- Delfina Pignatiello en particular porque tiene mi edad, un año más, y logró muchísimo ya y todavía tiene muchos objetivos, la veo siempre muy motivada en redes sociales y se ve que tiene en mente lograr muchas cosas. También admiro a Virginia Bardach, ya que siento que quizás carga con el peso de ser la hermana de Georgina, medallista olímpica, si bien se ve todo el apoyo que le da a Vicky. La verdad es que admiro mucho a toda la selección femenina de natación, ya que por lo que se ve en redes siempre se apoyan mucho a pesar de que, siendo la natación un deporte individual, quizás pueden llegar a ser rivales en una prueba. Es muy importante ver ese compañerismo y son todas un ejemplo a seguir.

- Si no hubieras sido nadadora, ¿qué deporte hubieras practicado y por qué?
- Creo que nunca hubiera encontrado otro en el cual quedarme. Hubiera seguido practicando deportes hasta cansarme, como hacía cuando era chica. Quizás hubiera durado más en voley, ya que es el deporte que practique en secundaria y lo disfrutaba bastante, aunque no era buena.

- Fuera de nadar, ¿qué otras cosas te gustan hacer?
- Tengo muchos intereses la verdad. Disfruto mucho dibujar y pintar con acuarelas, leo mucho ya sea ficción o libros de ciencia, me gusta también jugar juegos online. Y como todos creo, amo el cine y ver películas.

- Un sueño...
- Mi mayor sueño por ahora es ganar un Nobel en ciencia, ya que estudio biología en la UBA y me encantaría regalarle a la Argentina otro de estos galardones. Relacionado con el deporte, llegar a competir en un Sudamericano sería un honor para mí.

Nota: Martín Descalzi (@mardes062).

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