Buenos Aires -

"En el ajedrez el rival más peligroso siempre es uno mismo"
Hoy charlamos con el Gran Maestro Internacional Robert Hungaski (2514 de ránking Elo) tablero número uno de Ferro. Nacido en Stamford (EE.UU.), llegó a la Argentina antes de cumplir un año. Fue Medalla de Oro en el Panamericano Juvenil de Ecuador en el 2007, Campeón del Abierto de Nueva York en el 2011 y del Abierto de Amsterdam un año después. Con Ferro ganó la Copa de Campeones en el 2016 y fue subcampeón de la Liga Nacional en 2017. También entrena al equipo juvenil de su país.

- ¿Dónde naciste, cuándo llegaste a nuestro país y por qué lo hiciste?
- Nací en la ciudad de Stamford, en el estado de Connecticut (Estados Unidos). Llegué a la Argentina antes de haber cumplido mi primer año de vida. Mi madre es argentina y mi padre estadounidense. Cuando ellos se separaron, mi madre volvió conmigo a la Argentina.

- ¿Qué es lo que más te gusta de nuestro país y en qué ciudad estás radicado?
- Lo que más me gusta de Argentina son las amistades que desarrollé durante mis años formativos. Y aunque de chico quizás lo no aprecie tanto como ahora, con los viajes que hice a lo largo de los años hoy siento que la Ciudad de Buenos Aires es una ciudad maravillosa. Actualmente estoy radicado aquí.

- ¿Por qué elegiste jugar al ajedrez, desde cuándo lo haces y cómo y cuándo llegaste a Ferro?
- Mi primer recuerdo relacionado con el ajedrez es de cuando tenía seis años. Mi profesora de primer grado había traído unos juegos al aula y nos enseñó las reglas. Un día le escribió a mi mamá en el cuaderno de comunicaciones que yo había tomado un interés en el juego y que le recomendaba que explorara la posibilidad de tomar clases en algún club. Llegué a Ferro a través de contactos que fui generando en el ambiente del ajedrez desde niño. Principalmente a mi gran amigo de toda la vida (y compañero de equipo) el Maestro Internacional (MI) Lucas Liascovich.

- ¿Cómo entrena un ajedrecista?
- Al ajedrez se mejora entrenando dos grandes aspectos: la táctica (planeamiento a corto plazo) y la estrategia (planeamiento a largo plazo). Cada una se rige por "temas", lo que vendría a ser ideas recurrentes o patrones. Un ajedrecista mejora su nivel al ver y asimilar la mayor cantidad de estos temas. Esto suele hacerse recolectando, catalogando y analizando las partidas de los mejores jugadores del mundo pertinentes a cada tema.

- ¿Cómo te definirías como jugador?
- Así como el ajedrez puede dividirse en táctica y estrategia, los jugadores también pueden identificarse como aquellos que tienen una particular afinidad o facilidad para la táctica o la estrategia. Aunque uno siempre aspira a ser lo más completo posible, yo siempre me consideré un jugador más tirado para la estrategia.

- ¿Cómo ha sido tu evolución como jugador de ajedrez y quiénes han sido tus profesores?
- Yo tuve mucha suerte con mis profesores, entre ellos tuve tres que fueron centrales a mi desarrollo. El primero fue el Maestro Fide (MF) Gustavo del Castillo. El me dio una gran formación inicial y, más importante aún, sembró mi pasión por el juego. Luego de llegar a cierto nivel, tomé clases con el Maestro Internacional (MI) Alejo de Dovitiis (también alumno de Gustavo) durante muchos años. Con Alejo pude llegar a un nivel profesional y obtuve el título de MI. Por último, trabajé durante casi ocho años con el Gran Maestro (GM) William Lombardy. El me ayudó a superar un profundo estancamiento en mi carrera y fue indispensable para que pueda alcanzar el título de GM.

- ¿Cuáles fueron tus principales logros?
- En el 2007 logré la medalla de oro en el Campeonato Panamericano Juvenil que se disputó en Riobamba, Ecuador. En el 2011 salí campeón del Abierto de Nueva York y en el 2012 salí campeón del Abierto de Amsterdam. En el 2013 obtuve el titulo de Gran Maestro (GM).

- ¿Qué partida recordás más y por qué?
- Hay tres que se me vienen a la mente. Primero la que jugué con Karpov en el 2005 porque siempre fue uno de mis ídolos y nunca pensé que llegaría a jugar con él. Luego la partida que jugué en la anteúltima ronda del campeonato Panamericano. Ganar aquella partida prácticamente me aseguró el título de un torneo que siempre fue muy importante para mi. Por último la partida que jugué en la anteúltima ronda del Campeonato Continental del 2012 donde logré empatar, lo cual me aseguro el título de Gran Maestro. Tres sueños hechos realidad.

- Un rival y ¿por qué?
- La verdad que el ajedrez no se presta para grandes rivalidades, ya que los oponentes no se suelen repetir muy a menudo a menos que uno juegue en la elite mundial. Pero en cualquier caso, como dijo el ex Campeon Mundial Vassily Smyslov, "en el ajedrez, como en la vida, el rival más peligroso siempre es uno mismo".

- ¿Por qué decís que en el ajedrez el rival más peligroso es uno mismo?
- Porque la mayoría de veces que uno pierde en el ajedrez no es necesariamente por mérito del rival sino que por descuidos propios o por ceder ante impulsos que sabemos suelen traernos más problemas que otra cosa.

- ¿A qué jugador admirás y por qué?
- Karpov es mi jugador preferido. Me encanta la manera en la que suele resolver/crear problemas complejos con jugadas que parecen simples pero esconden una gran profundidad. Es un jugador insondable.

- ¿Que destacarías de tu participación en Ferro?
- En Ferro he conseguido unir dos de los regalos más grandes que me ha dado la Argentina. El ajedrez y mis amistades. Me encanta jugar para Ferro porque el equipo no sólo está compuesto por jugadores de alto nivel, sino que también son amigos de toda la vida.

- ¿Cómo ves el nivel del ajedrez en nuestro club?
- Una de las cosas que más admiro del club es este ambiente familiar que se respira. Me encanta ir a la cancha y no sentir la presencia de las barras bravas ni ese ambiente tóxico que se ha apropiado del fútbol. Quizás esto implique cierto sacrificio en cuanto a lo competitivo, pero me parece que vale la pena. En el ajedrez pasa algo similar. Creo que el equipo podría reforzarse, pero la prioridad no son los resultados, sino mantenerse fieles a la esencia de lo que uno valora (la eterna batalla entre Bilardistas y Menottistas, jaja). Aun así llegamos a salir primeros en la Copa de Campeones y segundos en la Liga Nacional, lo cual hace que las victorias sean aún más dulces.

- También sos entrenador del equipo juvenil de EE.UU., ¿qué rescatas de esa experiencia?
- Ha sido uno de los giros profesionales más inesperados y más gratos que me ha dado el ajedrez. Hoy en día me considero más entrenador que jugador. Poder viajar a otros países con los jóvenes más talentosos de Estados Unidos, compartir las experiencias que yo tuve en esos mismos torneos y en algunos casos hasta ayudarles a lograr cosas que yo nunca pude me llena de satisfacción. Fui miembro de la delegación juvenil de Estados Unidos en campeonatos Panamericanos y Mundiales en seis ocasiones. Entre ellas logré que mis alumnos lograran dos medallas de oro (una mundial y otra panamericano) y dos medallas de plata (una mundial y otra panamericano).

- ¿Que opinás del auge de las competencias virtuales?
- El ajedrez se ha beneficiado enormemente con los avances tecnológicos, particularmente en los últimos treinta años. Primero con la incidencia de la computadora personal (cuando yo era chico era inusual tener computadora en la casa) y luego con la evolución de la computadora como elemento de computación a elemento de comunicación. Este ha permitido que la ubicación geográfica ya no juegue un papel protagónico en el éxito profesional. Cualquier chico con entusiasmo y una buena conexión a internet puede ser el próximo campeón del mundo. Ese es el caso del actual campeón, Magnus Carlsen, proveniente de Noruega que es un país con una cultura ajedrecística prácticamente nula. Con la pandemia las competencias virtuales han aumentado exponencialmente y han hecho que se acerque mucha más gente al ajedrez.

- Para vos el ajedrez, ¿es un deporte, un arte o una ciencia y por qué?
- En este sentido el ajedrez es como el agua, puede presentarse en distintos estados. Todo depende del enfoque que uno quiere darle. Mi enfoque siempre fue desde el punto de vista deportivo, el cual me parece bastante distinto a la de alguien que solo estudia/enseña ajedrez como hobbie pero que luego no participa en torneos. Hoy se habla mucho del ajedrez como herramienta pedagógica interdisciplinaria, que sin dudas tiene sus méritos, pero para mí el gran atractivo siempre fue la competencia. En ese sentido, el ajedrez fue el medio para llegar a este ámbito (como lo podría haber sido el tenis, que para mi comparte muchas similitudes con el ajedrez).

- Si no hubieras sido ajedrecista, ¿qué te hubiera gustado ser?
- Tenista o músico.

- Un sueño...
- Jugar la final del campeonato de Estados Unidos y la Copa del Mundo.

Nota: Martín Descalzi (@mardes062).
Foto: LNA (Nro. 1).

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